El café es un ingrediente que debe consumirse fresco para disfrutar de todas sus propiedades aromáticas y de sabor.
Cuando compramos el café molido o se almacena inadecuadamente, cometemos errores como consumidores, ya que se trata de un producto perecedero que tiene fecha de vencimiento y no podemos mantenerlo durante meses en el refrigerador.
En este post, te ofrecemos 3 valiosos consejos para determinar si el café que tomarás en la mañana aún está fresco.
Una cosa es la fecha de tueste y otra la fecha de consumo. Los granos de café deben ser molidos momentos antes de preparar la infusión y deberían consumirse antes de cumplir las cuatro semanas de su tostado.
De esta manera, obtendrás un café sabroso y con aroma profundo que impregna el ambiente. Se recomienda consumir el café en un tiempo máximo de 15 minutos después de la molienda para evitar que la oxidación acelere la pérdida de aromas a causa del contacto con el aire.
Revisa que el empaque tenga una salida para la salida de gases de CO2. Para mantener la frescura, las empresas y tostadores colocan una válvula de escape en las bolsas para conservar el café fresco.
Los tostadores responsables y comprometidos colocan la fecha de molido y de vencimiento del café en el empaque. Lo más recomendable es comprar el café directamente del tostador para garantizar su frescura.
Una manera práctica de saber si el café está fresco es observando el café colado. Tómate un instante para ver el blooming (florecimiento), un proceso mediante el cual se libera el CO2 en forma de burbujas al agregar agua durante la primera etapa de la extracción.
En una mirada, la cantidad de burbujas liberadas te dará una idea sobre el estado de frescura del café.
Te animamos a probar nuestro café certificado y de calidad. Los empaques de 360F Coffee tienen visibles las fechas de expedición que indican la frescura de nuestros productos.
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